viernes, 3 de diciembre de 2010

Algo de ser

A veces, las semanas se atropellan y los días se amontonan como las palabras cuando las que dicen lo que te pasa paralizan tus actos: y el silencio gana terreno.
¿Sobran o faltan años? ¿Gira mal la tierra? ¿Son las palabras? Entonces llegan los festivos y tu turno de trabajo y los días pasan despacio o no pasan y sigues rodeado de la gente y de los acontecimientos que no son; no estás en la casa del lago y esto no es lo que quieres hacer ahora, pero el giro ha tierrado tan deprisa que estás fuera del tiempo.
La risa de un espontáneo te convierte en un ser envarado fundado en la creencia de que durante años has sabido decir lo que te pasa; y la risa, rápida y fácil que embarga al tiempo, se sucede y se repite como el giro sencillo de la tierra: entonces descubres que eres algo más que eso que te explicas y que durante mucho tiempo no te había pasado nada.
Ignoro cómo decir que quiero quedarme en los ojos y las manos y el cabello y la voz y la risa y el abrazo y la respuesta y perder el nombre y olvidar las fechas y ser algo de cuerpo: derrumbado el monstruo se aleja llevándose la compartida soledad de ladrillo feliz. El tiempo adverbial toma la palabra pero quieres estar vivo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Variedades

La interrupción y la precipitación de los acontecimientos y la pereza de tomar notas en el cuaderno (sólo los privilegios generan desigualdad; Dragó necesita contar obscenidades para vender, pero eso le cuesta el puesto; Marcelino Camacho ha muerto; ha muerto también Noelia de 9 años; y el albañil no viene ni llama y hay un enorme agujero en la pared del estudio) y una mirada con voz y risas y un deseo de huída.

Si la tuviera, hoy me iría a la casa del lago. Esa casa entre los árboles, no es una casa es una cabaña recia, hecha con troncos de madera. Es grande. Tiene varias salas todas con ventana. Todo está limpio y estamos protegidos por el bosque tupido. Nadie puede vernos y no es necesario que hablemos. Además, alguien en quien confiamos se encarga de los niños. Hay sobre todo silencio y no es necesario inventar para ser. Somos allí eso de después del proyecto que hemos suspendido, desvíado, que se aleja...

¿Cuál es este camino en el que ahora nos encontramos? ¿Dónde está el resultado del sueño de estar juntos solos desnudos sin palabras escuchándonos las respiraciones? ¿Por qué todo tiene que ser una pregunta cuya respuesta sucumbe a la repetición de los putos días? ¿Para cuándo nosotros?

Y van pasando los años y nosotros casi enfurecidos por todo lo que no va siendo.

lunes, 30 de agosto de 2010

Pretérito Imperfecto

Es el silencio que deja el que habla y se queja y habla y se ríe y habla y prueba a acertar y habla y habla llenándolo todo e intento ocuparme en lo mío
Descubro al tiempo del rostro de cuando eran otros tiempos con menos prisa y con más miedo y tu voz ya no está, pero el rostro es claro y luminoso me acuerdo de ti y de tu risa tantas veces
Los momentos de cristal has estado yéndote durante años lentamente tu prisa se te ha llevado lentamente y quedaba de ti el grueso de un miedo infatigable NO PUEDO DESCANSAR SE LO QUITARON TODO
Yo he perdido el miedo y no evito tu recuerdo y no me acostumbro al hueco en tu silla callada no me acostumbro a no tener tu prisa no me acostumbro a dormir no me acostumbro a mis gestos significantes que no tienen tu mirada de media aprobación no me acostumbro a gustar sin límites y a lograr las caricias del encantador de serpientes no me acostumbro a que no estés aquí YO PIENSO EN EL MUNDO CONTIGO ese otro tú de antes de que comenzaras a marcharte QUÉ TIPO TAN ARISCO no podía gustarte algo como no podías sentir la calma

Ella y sus ojos azules entristecidos y mi otra yo (la que ya no tiene tu mirada para gustar) seguimos aquí con el paso cambiado tropezando torpemente con la absoluta presencia del pretérito imperfecto que ahora acompaña a tu nombre
YO TE AMO POR ENCIMA DE LO SUFICIENTE nunca te amé ni te amaba PAPÁ

lunes, 8 de marzo de 2010

Dos Hombres: la fuerza

Se avasallaban mutuamente, ocupando la calle con sus voces plagadas de insultos e improperios, y amenazas y terror. Temblándome las rodillas me acerqué hasta allí, unos segundos después me acerqué un poco más. Iban a matarse, después de matar a los suyos: matarían a los hijos, a las hijas, a los hermanos y a las hermanas, a las madres y escupirían en la tumba de sus padres una vez estuvieran enterrados... me interpuse y detuve el brazo del más joven cuando se disponía a dañar físicamente al otro, que le superaba en edad. El hombre más joven con el brazo agarrado por mi pequeña mano de mujer me miraba pálido y tenso, mientras seguía espetando improperios y me amenazaba con descargar su violenta mano sobre mí.
- Puedes golpearme y matarme de un solo golpe, pero ten en cuenta
que unos segundos después vivirás con la carga de haberme matado.
- Déjeme, yo no la conozco de nada..., yo no quiero matarla, ése tío
lleva provocándome desde hace años y le voy a pisotear la cabeza.
Le acaricié la mejilla, con su cabeza reposada en mi hombro rompió a llorar desconsoladamente. Le habían hecho mucho daño, repetía una y otra vez, y seguía llorando apoyado en mi hombro. A mí todavía me temblaban las rodillas cuando le pregunté si tenía dónde ir. Le prometí pasar a verle e interesarme por él algún día.
- Ni idea tienes del daño que me han hecho?
- Dejar que te hieran no te da derecho a matar ni a reducir al otro;
no hay daño que justifique esa actitud.Hay otras formas de resolver.

Entonces, cuando el más mayor se había marchado y el más joven, cuya mano detuvo la mía, se encontraba ya en el interior de su coche; entonces yo me dirigí a retomar el camino que lleva a mi casa, tratando de hacer algo con aquella tensión que me produjo tocar la violencia.